recuperación histórica persoal, familiar e colectiva!

domingo, janeiro 14, 2007

EXTRACTO ENTREVISTA

Domingo Rodríguez Teijeiro en la voz de galicia:

“la prisión central de Celanova, donde llegó a haber hasta 1.700 presos. Por dimensión y capacidad fue una de las más importantes de España”

Los libros publicados sobre cárceles se basan en la experiencia y la memoria de los presos. Y eso es algo que está muy bien y que había que hacer pero, ¿cómo eran esas instituciones? Se nos cuenta -evidentemente tiene que ser así desde esa perspectiva- que lo pasaban fatal, que se morían de hambre. Pero, ¿eran meros lugares de exterminio o había algo más? 

-¿Y lo había? 

-Las prisiones tenían una función clara: reeducar, resocializar. Los presos eran enemigos del modelo que querían imponer los vencedores. Eran del partido republicano, del movimiento obrero pero también estaban las clases medias y bajas. Gente que hacía falta para construir el país, para trabajar, gente que no se podía eliminar. La idea era darles un cursillo acelerado sobre las directrices del nuevo régimen. El 1 de enero de 1940 había 270.000 presos en las cárceles de todo el país. Al mismo tiempo que los presos ingresaban en la cárcel se pusieron en marcha mecanismos para vaciar las prisiones, para liberar a la gente. No se trataba de decretar una amnistía, porque eso hubiese supuesto reconocer que no habían hecho nada. Se recurrió a la libertad condicional, que ya estaba regulada antes de la república, y se concedieron indultos. 

-Pero esas intenciones, ¿cómo se traducían en el funcionamiento diario de las prisiones? 

-Jugaban con las condiciones de vida, que eran lamentables. También lo eran fuera de las prisiones. Hay que tener en cuenta que 1941 fue el año del hambre y en la cárcel se pasaba más hambre todavía. La intención era despersonalizar a los individuos. Algunos, la mayoría, tenían ideas políticas claras. Eran de partidos de izquierdas, de sindicatos, del partido republicano... Se trataba de embrutecerlos, de reducirlos, de llevarlos a un estadio en el que sólo pensaran en la supervivencia. Querían que aceptaran su culpabilidad y se les inculcaban las ideas del nacional-catolicismo. 

-¿Cuál era la manera de hacerlo? 

-Un papel fundamental lo tuvo la Iglesia. Cobra importancia la figura del capellán de la prisión que oficia misas, bautizos, comuniones... No sólo hacen actos litúrgicos típicos sino que hacen proselitismo religioso. También hay visitas del apostolado seglar, que lleva su misión a la cárcel. De hecho, el cumplimiento pascual se hizo obligatorio durante los primeros años. También había conferencias de los propios funcionarios de la prisión repasando, por ejemplo, los 26 puntos de la Falange.

1 comentário:

Raposo disse...

Tema interesante, habria que profundizar mas en el.